Tanto académicos como parlamentarios han manifestado su descontento al conocerse el borrador del reglamento que materializa la Ley N° 20.606 de composición nutricional de los alimentos, más conocida como Ley Súeper 8. El texto se filtró luego que el titular del Ministerio de Salud (Minsal) Jaime Mañalich enviara una copia al presidente de la Comisión de Salud del Senado, el senador Mariano Ruiz-Esquide.
Por distintas vías he sido testigo privilegiado de las críticas que se hacen al documento. Tanto por e-mail como por twitter y en los propios pasillos del Parlamento he escuchado a los actores denunciar que el reglamento atenta contra el espíritu de la ley que es fomentar la alimentación saludable informando a la población cuáles alimentos industriales son o no saludables.
Reacciones

Cabe recordar que entre los años 2011 y 2012, este organismo elaboró dos estudios al respecto. En el primero, propuso los puntos de corte para considerar a un producto saludable, considerando calorías y nutrientes críticos (grasa, sal y azúcar). Luego un segundo análisis se centró en las mejores opciones para diseñar mensajes de advertencia que debían ubicarse en la cara frontal de los alimentos.
Al parecer ambos textos fueron rechazados por el Minsal y éste generó uno propio que presenta sorprendentes índices de grasa, sal y azúcar a la hora de considerar un alimento como saludable.
La misma opinión expresaron académicos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile que el 17 de junio pasado hicieron ver su molestia al subsecretario de la cartera, doctor Jorge Díaz. Los profesores -encabezados por el director, el doctor Óscar Arteaga- indicaron en esa oportunidad estar sorprendidos por la determinación del Minsal de no acoger las propuestas que numerosos actores realizaron en el marco de una consulta pública online efectuada en el verano por el mismo ministerio.
Buscando soluciones
En la búsqueda de soluciones, el senador Guido Girardi anunció que el ministro Jaime Mañalich accedió a discutir al interior de la Comisión de Salud una reforma al borrador del reglamento que sólo le resta la firma del presidente para hacerse efectivo.
Si eso es efectivo, ésta podría ser la salvación de la Ley Súper 8, que hasta ahora parece verse sepultada por kilos de grasa, azúcar y sal.